lunes, 17 de febrero de 2014

Alcanzando la normalidad

Semana 21
Peso: 133,3 kg.

Después de todo este tiempo transcurrido, las sensaciones que tengo en estos momentos es que estoy llegando a un punto de normalidad que no había imaginado. Me explico: los primeros meses, tenía la dieta metida en la cabeza, todo lo que ingería lo hacía pensando en si debía o no, salir a andar por las mañanas era una obligación, autoimpuesta, eso sí, pero una obligación al fin y al cabo. Pero de un tiempo a esta parte me tomo las cosas de otra manera. La dieta está ya completamente integrada en mi vida, una vez he comprobado que se puede vivir sin excesos, y que muchas veces bastan una serie de pequeñas rutinas que no conllevan demasiado esfuerzo para sentirse bien con uno mismo, y lo que es más importante, perder peso a la vez.

Antes me saltaba la dieta a hurtadillas, sin decir nada a mi médico, y lo hacía en medio de un sentimiento de culpabilidad en ocasiones asfixiante. Y eran pequeñas chorradas, como tomarte una caña el día no señalado o comerte un poco de jamón a deshoras. Mi temor a que todo ello se viera reflejado en la báscula era terrible, y eso me impedía disfrutar de mis pequeños devaneos. Ahora todo eso ha cambiado. Sigo la dieta marcada de la manera más extricta posible, o mejor dicho, de la mejor manera que puedo. Pero si un día toca ir a la calle Laurel a comerse unos pinchos, voy y los disfruto como el primero, sin comeduras de tarro, aunque inconscientemente al día siguiente me meta un par de kilómetros más andando entre pecho y espalda, hecho del que mis amigos más avispados ya se han percatado.

Salir a caminar ya no es una obligación, es algo que deseo hacer, y esta semana, si nada se tuerce, empezaré a jugar al pádel, deporte que eclosionó cuando ya mi peso no era compatible con el mismo, y que estoy deseando probar desde entonces.

Respecto a mi peso actual, he perdido algo más de 3 kilos en las dos últimas semanas, y ya sin ropa (el peso que publico en cada entrada es el oficial de la farmacia) empiezo a vislumbrar el ciento veinti..., un nuevo cambio de decena a la vista, lo que hace que no me despegue de esa sonrisa que véis en la foto. Sigo encontrándome con gente sorprendida que hacía tiempo no veía, y que no se pueden creer el cambio. Creo que hasta la cabeza me está encogiendo, ya que al menos tres personas habituales en los últimos días me han preguntado si me he cortado el pelo...y no lo he hecho! Casi me da miedo pasar esta semana por la peluquería y ver el impacto de un corte de pelo real...


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